jueves, 24 de diciembre de 2009

Feliz Navidad



*Fotografía de Mathieu Provansal

Feliz Navidad a todos. Y cuidado con los excesos gastronómicos.

martes, 22 de diciembre de 2009

La hora del té



*Diseño (no comercializado) de Natalia Ponomareva

Si está preciosidad existiera, ya tendría regalo de Navidad por lo menos para tres personas: para mi mare que me introdujo en el maravilloso mundo del té, para el Sr. Rafafans que lo recuerdo siempre pidiendo una taza, y para Pilar, no menos devota que los anteriores, que me regaló hace poco un delicado bote para conservarlo.

Tomemos otra taza de té (y ésta va por Paloma).

martes, 1 de diciembre de 2009

Lisboa


El Sr. Pablo va a pasar unos días a Lisboa y me pide que le recomiende mis sitios favoritos en dicha ciudad... Qué responsabilidad más grande, hablar de la ciudad más hermosa de la península ibérica... Vaya por delante que, teniendo en la capital lusa a mi querida María, me siento muy pequeña, muy pequeña, muy pequeña, hablando de una ciudad que ella tan bien conoce...

Pero, bueno, le echaré coraje. Allá vamos. Como siempre, y aunque Pablo ya tiene resuelto este tema, empecemos por el alojamiento. Sin lugar a dudas, "the place to be" es micasaenlisboa. Esta es la casa de María. No es un hotel al uso, ni un B&B, ni nada parecido. Es la casa de esta gran mujer, y uno de los sitios más especiales que he visitado. Está en la parte alta de la ciudad y, como era de esperar, cuenta con unas vistas espectaculares. El ambiente, la decoración y los desayunos, son de lo mejor. Pero lo más importante es la amabilidad y dedicación que la anfitriona ofrece, y sus recomendaciones! El 90% de la información que aquí aparece hace referencia a sitios que ella me descubrió... Y en fin, cualquiera que me conozca no necesita que le diga nada más de este sitio porque ya se lo habré contao yo en persona, y quién no, pues que vaya cuanto antes para darse cuenta de que cualquier cosa que yo escriba aquí es absurda en comparación con ir de la mano de María...


*Fotografía de la web de micasaenlisboa

La nochevieja previa a mi verano en Lisboa también la pasé en esa ciudad. Aquella era otra historia por muchos motivos, pero fundamentalmente porque eramos un grupo como de unas 30 personas y habíamos decidido viajar como si tuviéramos 15 años. Buscábamos expresamente albergues y me sorprendió gratamente descubrir la oferta de lugares nuevos y muy bien montados. El que más me gustó fue el Lisbon Lounge Hostel, con diferencia. Una pena que al final no hubiera sitio (nos conformamos con otro en la misma calle), pero nos acercamos a conocerlo igualmente y era muy, muy recomendable (algo que parecen confirmar las críticas que pude leer).


*Fotografía de la web Lisbon Lounge Hostel

Por último, mencionar la opción de alquilar apartamentos a través de María. Unos amigos se alojaron en uno de ellos este verano y quedaron más que encantados. Información aquí.

Y si nos disponemos ya a visitar la ciudad, creo que en este apartado no hace falta decir mucho porque esa información está disponible en cualquier guía. Paradas obligadas: la torre de Belem, los Jerónimos (y la famosísima pastelería cercana), el puente del 25 de abril, la zona moderna construida con motivo de la Expo del 98, la zona nueva del puerto, un paseo por la Avenida da Liberdade, la Estufa Fría (Jardín Botánico), etc., etc.

Yo sin lugar a dudas me quedo con dos zonas: Alfama (zona alta, o así la denomino yo por las cuestas, porque no lo es exactamente) y el Chiado y Barrio Alto (zona centro). En la zona centro, pequeñita y fácilmente abarcable, también está la zona conocida como Baixa. Empezar un paseo por la plaza del Rossio (Praça Dom Pedro IV), recorrer las calles peatonales hasta llegar a la plaza del Comercio, es también obligado. De ahí, vuelta a callejear y llegar hasta la comercial calle Garrett (al final de la cual se encuentra al archiconocido café de Pessoa, Brasileira). A mí me gusta detenerme al principio de la calle Garrett y dirigirme a la Iglesia do Carmo. Su placita es encantadora y sentarme ante tanta historia me parece un regalo muy grande.


*Frente a la Iglesia do Carmo
 
De ahí me gusta entrar a la terraza del Elevador de Santa Augusta Justa, lo prefiero a subir al uso como hace todo el mundo, y ver las tripas de la iglesia, despedazada tras el terremeto de 1755. Al salir de ahí se puede volver  la calle a Garrett o callejear directamente para introducirse en el Barrio Alto (hay un sitio pequeñito para tomar un té o comer, nada del otro mundo, pero su dueño es encantador y las tartas y las quiches son deliciosas, Cultura do chá). Y aquí en el Alto a disfrutar bares, restaurantes (Pap'açorda entre ellos), centros de cultura contemporánea (Ze dos Bois), y mucha nocturnidad y alevosía.


*Lámpara-lechuga en un bar del Barrio Alto

Si no se ha hecho antes de introducirse en todo este encanto, hay que "bajar" y callejear también por el Chiado. Todos esos edificios tan representativos, la mayoría abandonados, son enigmas personificados. En mitad de ellos, merece la pena cualquier café nuevo (muchos modernos, con aire escandinavo) o antiguo y, sin lugar a dudas, una tienda preciosa por el concepto en sí mismo, por los artículos que vende y por el local y hasta la callecita en la que se encuentra: A vida portuguesa. Muchos comercios de Lisboa tienen todavía ese aire antiguo de tiendas pequeñas y especializadas: sombrererías, mercerías, cererías... Esos comercios conviven con gigantes internacionales pero el sosiego, la tranquilidad, ese tempo portugués hace que sean también como de otra época. Aunque esté feo decirlo, merece la pena entrar la FNAC situado en el centro comercial al principio de la calle Garrett. La sección de libros de niños (yo a lo mío) me hizo descubrir Versos de fazer ó-ó. Aunque mi verdadero cometido era comprar todo lo que encontrase de los inconmensurables The Gift (grandes, muy grandes).

Y Alfama, ay Alfama... Yo, tan controladora, que nunca me gusta perderme, descubrí el placer del extravío por sus calles. Y tranvías (no dejen de coger el 28), y el castillo de San Jorge, y miradores varios (no perderse el de Chao de Loureiro), y frango grelado (pollo asado, comanlo en cualquier restaurante del barrio), y O Piteu (pidan sus almejas obligatoriamente), y de ahí bajar rodando a micasaenlisboa y tomar un vinito en su terraza... Y si rodamos un poco más, llegar hasta Pinoquio, qué gran marisquería, oigan. Y dicen, dicen, que no puede uno irse de Lisboa sin ir al gran restaurante Bica do Sapato y después pasar por el Lux Fragil... Mi presupuesto siempre se había agotao antes de tiempo, así que habrá que volver...

Hacen falta muchos viajes para poder sentir todo lo que puede sentirse en esta ciudad (por no hablar de los alrededores tanto campestres como marinos que ofrece) y muchas entradas a este blog para poder seguir hablando de restaurantes, tienditas y demás familia (aquí adjunto también un articulito de The Guardian y otro de este mismo sábado en El Viajero de El País), pero, de momento, creo que es suficiente y que Pablo tiene ya mucha tarea... Bon voyage, caballero.

Actualización: Pablo ha tomado una sabia decisión, ha cambiado su alojamiento y finalmente se aloja en uno de los apartamentos de María... Então até até!!!

Actualización 17/12: Corrijo y tacho algunos conceptos  tras el asesoramiento de María :)